HISTORIA DE HELLÍN

 

 

 

La historia de Hellín comienza en el Paleolítico cuando el hombre era cazador y recolector en torno a la "Fuente de Hellín", donde se encuentran bifaces achelenses, el Pedernaloso con abundancia de silex y el Canalizo del rayo.

También encontramos varios poblados neolíticos en el municipio.

Sin embargo durante el mesolítico o epipaleolítico se hicieron famosas las "Pinturas rupestres de Minateda", descubiertas en 1920 por el abate Breuil, que sirvieron para la sistematización de ese estilo pictórico en España.

Transcurrido el tiempo hemos de tener en cuenta la importante ciudad ibero romana de "El Tolmo".

Fue sin duda, una de las mayores acrópolis de todo el SE español, sobre todo por las formas y dimensiones en oppidum de su construcción.

Estaba situada sobre un monte amesetado vigilando el paso de la vía de penetración del SE, al interior de la meseta a través de la cuenca media del Segura y la cuenca inferior del río Mundo.

Allí dicen las Tablas de Ptolomeo, se asentó la célebre "Ilunum" que aunque arqueológicamente no se ha descubierto si era o no, lo cierto es que allí había una gran ciudad.

 

La crisis del siglo III hizo que el poblamiento se dispersara por el campo surgiendo innumerables "villas romanas" como las de Vilches, Isso y sobre todo la de Hellín, con sus importantes mosaicos de primavera y animalísticos.

Especialmente importante fue la cristianización en la zona por la aparición del sarcófago paleocristiano de Hellín que sirvió para tipificar la variedad columnaria.


El actual emplazamiento de la ciudad de Hellín se lo dieron los árabes hacia el 753 de nuestra era, aunque se han encontrado restos prehistóricos, cartagineses, iberos y romanos en El Tolmo.



De su conjunto histórico artístico destacan sus barrios árabe y judío, el Templo Santa María de la Asunción (s. XVI), el Convento de los Franciscanos (s.XVI) y la Ermita del Rosario.

Los primeros datos de las procesiones son de 1411, al predicar aquí San Vicente Ferrer.

En 1564 se funda la cofradía del Rosario y se organizan las procesiones de Penitencia.

Durante el siglo XV formaba parte del marquesado de Villena, dominio extenso y rico, propiedad de Juan Pacheco, valido de Enrique IV.

Fue escenario repetido de las guerras carlista.

En la primera mitad del siglo XX, al ser su territorio nudo de comunicaciones y formar parte del plan de regadío de la región, Hellín se convirtió, a pesar de la emigración, en una ciudad de población creciente.

En el año 1700, los Franciscanos construyen el Calvario y su Vía Crucis.

En 1881 desaparecen las "Pujas" y se crean nuevas hermandades.

Todo desapareció en el 1936 pero pronto se reorganizó.

LAS TAMBORADAS

Las Tamboradas actuales nacen entre 1876 y 1881, cuando se produce una ruptura entre las procesiones y los tamborileros.

Según datos documentados, en 1576 se usaban tambores en Hellín con carácter militar.


En la segunda mitad del siglo XVIII ya participaban en las Procesiones ; y en 1837 se fabricaban y vendían al público.

Actualmente se toca y "repiquetea" solo, o en grupos o peñas, con la "cruceta" frente, en la que probablemente es de las tamboradas más multitudinarias del país.

Se viste una túnica y capuz o pañuelo de color al cuello.

 

SITUACIÓN GEOGRÁFICA

 

Hellín está situada al sureste de Albacete, en el límite meridional de las cadenas prebéticas con la Mancha abriendo paso a la llanura murciana.

Se encuentra a 38º 30' 43'' de latitud Norte, 1º 59' 4'' de longitud Oeste y a 578 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Se constituye como centro de una subárea comercial que abarca desde los municipios de Ontur, Albatana y Fuente Álamo por el Este, hasta los de Riopar y Yeste por el Oeste.

Pero donde realmente se hace sentir su insuficiencia es sobre la comarca de Hellín, compuesta por los municipios de Ontur, Albatana, Tobarra y Lietor, sumando una superficie aproximada de unos 1.500 kilómetros cuadrados.


Esta comarca natural se encuentra en el eslabón que forman la Meseta con las depresiones y cuencas murcianas y las comunicaciones que unen la capital del estado con el sureste español (carretera nacional N. 301, que se ha convertido en autovía, y el ferrocarril Madrid - Cartagena), aprovechando los estrechos de Pozo Cañana y Tobarra.

El Término municipal, con 770,2 kilómetros cuadrados, está limitado al Norte por el término de Tobarra, Pozohondo y Albatana; al Sur por Calasparra (Murcia), Cieza (Murcia), Moratalla (Murcia), al Oeste por Lietor, Ferez y Socovos y al Este por Jumilla (Murcia) y Albatana.

Está bañado en su periferia por los ríos Mundo y Segura, sirviendo el segundo de límite entre el término municipal y la provincia de Murcia a lo largo de 15 Km.

Por su situación presenta características paisajísticas y climáticas de ambas zonas limítrofes (Murcia y La Mancha).

El clima es semiárido, con tendencias continentales.


Las precipitaciones son escasas y las temperaturas medias anuales moderadas, destacando el mes de julio como mes cálido y el de enero como el más frío.

Lluvias torrenciales en primavera y otoño.

Comparativamente Hellín según su población (26.000 habitantes) el segundo municipio de la provincia de Albacete después de la capital, y el cuarto en extensión después de Albacete, Villarrobledo y Almansa.

Este hecho se explica en función del tipo de la población dispersa en núcleos de pequeña y mediana entidad, alguna de las cuales posee una población superior a muchos pueblos de la provincia (Isso y Agramón).

El casco urbano de Hellín ocupa unas 185 hectáreas de suelo urbano, con otras 70 de suelo programado, donde se pueden encontrar dos definidas como casco antiguo y parte moderna de la ciudad, concentrando en torno al eje definido (el Rabal, El Sol, Juan XXIII, López del Oro, Plaza de Santa Ana y Parque) el área comercial.

Extensión: 77.038 hectáreas, 61 áreas y 54 centiáreas.

Población: 26.000 habitantes.

Coordenadas geográficas: 38º 30' 44'' latitud Norte ; 1º 59' 04'' de longitud Oeste.

 

MONUMENTOS ECLESIÁSTICOS

ERMITA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

La Ermita de Nuestra Señora del Rosario no se puede describir como un edificio de un mismo estilo arquitectónico debido a su construcción por fases y en distintas épocas, pero lo que si se puede afirmar es que forma un conjunto agradable y armónico formado por dos volúmenes: Iglesia y Torre.

Hay que resaltar que el conjunto actual se debe al genial arquitecto hellinero D. Justo Millán Espinosa.

El interior de la Iglesia del Rosario es propio del Barroco, estilo arquitectónico del siglo XVII y primera mitad del siglo XVIII.

El exterior de la ermita presenta soluciones mixtas, arcos de herradura de inspiración árabe, formas y perfiles neogriegos y ornatos del bizantino y del ojival.

Todo ello, realzado por la altitud de la colina en que se sitúa el templo, cuyas luces divisan los viajeros que se acercan a la ciudad.

Es en el siglo XVII cuando en Hellín afloran numerosas ermitas ubicadas en las distintas colinas de la ciudad.

Tenemos noticias de la de San Rafael, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de los Remedios, Santa Ana, San Blas, San Benito, San Cristóbal, Santa Bárbara y Santísimo Cristo del Calvario.

Posteriormente en el siglo XVIII se construyen las de San Antonio, Jesús Nazareno, San Roque y la de la Cruz de la Langosta.

La Ermita del Rosario tenía su entrada en el siglo XVIII por la calle del Beso y la Plaza de Pichón.

Fue el 16 de Noviembre de 1755 cuando en Hellín se produjo un terremoto que afectó seriamente a la pequeña ermita de estilo mozárabe. Tras el temblor de tierra se iniciaron obras de restauración de las que cabe destacar el traslado de la puerta de entrada a su ubicación actual, se restauró la bóveda y comenzó a construirse el camarín, cuyas obras concluyeron en 1763.

Ante el deterioro progresivo de la fachada principal y por acuerdo entre el Ayuntamiento de Hellín y la cofradía del Rosario, la Escuela Taller se encargó de los trabajos de restauración de la misma.

Fue reparada la cubierta, se limpió y picó toda la fachada, se reforzaron los dinteles y arcos existentes, se restauraron los accesos a la ermita conservando el pavimento de ladrillo árabe macizo de la calle del Cinto, así como el atrio que se extiende delante de la fachada principal.
Todas esta obras permitieron recuperar la espléndida imagen de este lugar tan entrañable para todos los hellineros.

CONVENTO DE LOS FRANCISCANOS

El Convento de los Franciscanos fue fundado en el año 1524 en lo que entonces eran las afueras de Hellín.

Al principio, el conjunto del Convento estuvo formado exclusivamente por una Iglesia de escasas dimensiones, una huerta y unas humildes dependencias para albergar a los frailes.

Posteriormente, fue construido el claustro de inequívoco estilo renacentista.

Durante el siglo XVIII se llevó a cabo en la iglesia una ampliación de carácter barroco, edificándose el Coro y algunas capillas actuales.

Pero la obra más interesante llevada a cabo en dicha época fue el Camarín.

El Convento estuvo abandonado durante un siglo y hasta el año 1923 no regresó la Comunidad Franciscana a Hellín, por lo que, ante el deterioro sufrido por el edificio, se realizaron obras importantes en el mismo.

A partir de 1955 a causa de un incendio que se produjo en el Convento, se llevaron a cabo nuevas obras de restauración que dieron lugar a la transformación de la fachada principal cubriéndose dos de los arcos ahora existentes.

El Convento de los Franciscanos es un lugar muy querido por los hellineros. Arquitectónicamente es una buena edificación que mezcla estilos de diversas épocas.

Su acceso de tres arcos, hoy restaurado, fue realizado en el siglo XVII, su claustro de planta cuadrada es de tipo renacentista y fue construido a finales del siglo XVI.

Destaca el Camarín Rococó fechado en torno a los años 1760 a 1770 con lienzos del Padre Villanueva y un interesante pavimento valenciano.

Destaca entre sus imágenes una Dolorosa de Francisco Salzillo.
El Ayuntamiento de Hellín, inició en 1987 un estudio exhaustivo de la historia y la arquitectura del Convento Franciscano de nuestra ciudad.

A través de la Escuela Taller se llevó a cabo el proyecto de restauración del Convento, saneándose la fachada principal y devolviéndole su aspecto original, retirándose el frontón colocado en 1958 y teniendo especial cuidado en recuperar la parte central con el tratamiento de ladrillo que desde su origen tuvo la entrada a la iglesia del Convento.

En 1990 tras la firma de un convenio entre el ayuntamiento de Hellín y la Orden Franciscana se acometieron nuevas obras.

Se construyó una entrada en la que destaca la puerta de forja allí instalada.

Así mismo, se renovó la carpintería de madera de dicha parte del Convento, se procedió a pintar la misma y se construyeron unos nuevos aseos.

LA IGLESIA DE LA ASUNCIÓN

La Iglesia de la Asunción se encuentra en el centro neurálgico Político, Cultural y Religioso de nuestra ciudad sita en la Plaza de la Iglesia.
Al final del siglo XV se considera la necesidad de un nuevo templo, este templo tardaría un siglo en realizarse.

Se trata de un tipo especial de iglesia con un modelo columnario, su paso por el arte gótico al renacentista hace de esta iglesia que sea de visita obligada en nuestra ciudad.

Formada por tres naves, sobervio y a la vez sobrio hacen de este espacio religioso una nueva calidad arquitectónica.

Atención a las columnas que sostienen las naves y a sus capillas laterales.

Vista obligada a la capilla de la Dolorosa (entrada por la Plaza de la Iglesia enfrente, derecha, la primera) donde se encuentran las imágenes más veneradas de nuestra ciudad entre ellas el Cristo Yacente de Mariano Benlliure.

En el exterior la portada es muy clásica de finales del Renacimiento. Importante observar a la derecha de esta, una ventana de estilo Palladiano que bien pudo salir de las manos de Andrés de Valdevira.

Declarada de interés Artístico, nuestra iglesia tiene un carácter cultural y religioso muy importante, asociada a la semana santa, lugar de reunión y organización de nuestras procesiones.

Durante esta época pierde su gran encanto que esconde durante el resto del año.